No sé si los políticos son tan tontos como parecen o tienen intereses que no alcanzo a comprender, pero por si acaso es lo primero, espero que alguien les haga llegar estas cinco razones para defender o incluso sufragar el botellón, y una pregunta.
CINCO RAZONES PARA QUE EL ESTADO APOYE EL BOTELLÓN, Y UNA PREGUNTA
(LOS MÚLTIPLES BENEFICIOS DEL BOTELLÓN)
La primera razón la encontramos en el aspecto policial, que tanto gusta a nuestros políticos. Un par de agentes cerca de la zona elegida podrían, con facilidad, proteger a los chavales que hacen botellón para que los manguis no les atracaran, y con esto harían que una gran mayoría de la sociedad, como son los botelloneros y sus familias, se sintiera más segura. Es la gente de una cierta edad, la que con más frecuencia sufre el acoso de navajeros y de hijos de puta. Son un objetivo fácil y todos llevan móvil y algo de dinero. Sería un tanto fácil que podrían apuntarse las "fuerzas de seguridad del estado".
En el terreno sanitario también aparecen beneficios para todos. Por un lado, tener una ambulancia cerca del lugar evitaría a los sanitarios tener que ir de un sitio a otro buscando gente en estado etílico, y por otro, ofrecerían un servicio más rápido y, por lo tanto, más eficaz.
Beneficios de tipo moral: A ciertas horas, en los bares y en las discotecas no hay más que borrachos, drogadictos y salidos. Gente que tiene los vicios más duros y que busca los placeres más prohibidos. Sin ir más lejos, como yo y mis amigos hemos sido siempre: una mala influencia, se mire como se mire. Cualquiera que nos conozca sabe que cuanto más tiempo aguanten los chavales lejos, pues mejor.
En el tan traído y llevado asunto de la limpieza, igualmente sólo hay ventajas: La mierda junta se barre mejor que la mierda dispersa (que no venga ningún facha y me translade esta frase a los aspectos policiales). Incluso iría más lejos: con unos contenedores para reciclar (con una estética adecuada al entorno, por supuesto) se podría dar la vuelta a la situación por completo. Lo que no recogieran los menos comprometidos o los más borrachos, estaría a huevo para una brigada de limpieza: todo en una misma plaza y a la misma hora. Mejor, imposible.
Otro beneficio importante a tener en cuenta, es que es una de las pocas oportunidades que tienen, esos que en el futuro serán quienes manejen los hilos de la sociedad, de estar juntos en una situación activa de relación con los demás, siendo parte implicada en lo que ocurre, y sin ser simples testigos de lo que hacen otros (me refiero al fútbol, al cine y a todo tipo de espéctaculos, en los que la participación es prácticamente nula). Eso ya lo hacen en casa viendo la televisión, en las aulas, donde la asignatura creación no existe, o siguiendo las pautas de diversiones virtuales y solitarias, que anulan la iniciativa y la individualidad, alejan la realidad y hacen la vida más ajena.
¿No debería ser el centro de las ciudades de todos, y no de unos pocos vecinos. Un lugar donde reunirse y encontrarse los ciudadanos en tiendas, bares, museos, parques, discotecas, botellones y todo tipo de servicios públicos, tanto de día como de noche sin molestar a nadie o, en todo caso, que aquellos que fueran molestados fueran conscientes de que no tienen al lado un aeropuerto, o las vías del tren, o una autopista, o una central nuclear, o una fábrica humeante, o un vertedero o cualquier tipo de molestia con la que la mayoría de los habitantes del planeta convivimos a diario, y no sólo los fines de semana?
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