Simo Häyhä
Simo Häyhä nació en diciembre de 1905 en el pequeño pueblo de Rautjärvi, cerca de la actual frontera finesa con Rusia, e inició su servicio militar en 1925. En 1933 sirvió como francotirador en la Guerra de Invierno, entre Rusia y Finlandia.
Häyhä utilizaba una variante finesa del fusil soviético Mosin-Nagant, el rifle M28 Pystykorva. Simo prefería no usar mira telescópica para no aumentar el tamaño del blanco que ofrecía al enemigo durante los combates, y porque con frecuencia, los francotiradores eran delatados por el reflejo del sol en las lentes de estas miras.
Actuando a temperaturas que oscilaban entre los veinte y los cuarenta grados centígrados bajo cero, y vestido completamente de camuflaje blanco, Häyhä abatió a más de 505 soldados enemigos, aunque datos extraoficiales elevan esta cifra a 542. También tiene acreditadas otras doscientas bajas con un Subfusil. Todas las bajas que este tirador infligió al ejército soviético se produjeron en un plazo de poco más de tres meses, lo que le valió el sobrenombre de "Belaya Smert" (Muerte Blanca).
Los rusos elaboraron multitud de planes para acabar con él, incluyendo el envío de francotiradores y ataques de artillería, que no conseguían ningún resultado. El 6 de marzo de 1940, Häyhä fue herido en la cara por una bala explosiva enemiga, se presume que el disparo que le hirió fue realizado al azar, y las heridas le produjeron un coma. Simo fue rescatado por sus compañeros, quienes relataron posteriormente que "la mitad de su cara había desaparecido".
El día 13 de marzo se firmó la paz entre la Unión Soviética y Finlandia. Tras la guerra, fue ascendido de cabo a segundo teniente por el mariscal de campo Carl Gustaf Emil Mannerheim. Ni antes que él ni posteriormente ningún soldado había obtenido un ascenso en circunstancias tan dramáticas en la historia militar de Finlandia.
Preguntado en 1998 por cómo llegó a ser tan buen tirador, simplemente contestó que "practicando". Sobre su oneroso record de muertes, decía que "Hice lo que se me ordenó lo mejor que pude".
Simo Häyhä falleció el 1 de abril de 2002 a los 96 años de edad. A pesar de su desaparición, su leyenda sigue viva y todavía representa un icono de cómo los finlandeses deben defender su país. Más de 500 enemigos abatidos en apenas 100 días es una cifra que jamás se podrá olvidar.
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