05 enero 2009

Entierro festivo

"Ni en el templo ni en el atrio hubo música. Tampoco hubo lágrimas. Evaristo fue enterrado en silencio. La fiesta llegó después. La banda y los gaiteiros tocaron sin parar, desde pasodobles hasta villancicos, mientras el 'fogueteiro' daba cumplida cuenta de la pólvora. Hasta hubo algunas parejas que se animaron a echar un baile. Solo faltó el vermú."