Puta vid...muerte.

Que rabia me da saber que otro se ha ido antes de tiempo. No es por la muerte, que al fin y al cabo es algo inevitable y hay que aceptarla - aunque a algunos nos cueste más que a otros - , sino por la forma, tan inesperada e injusta a veces, en que llega y por lo que se deja en vida: los planes imaginados sin hacer, las pequeñas obras inacabadas, no ver a los hijos crecer...

La vida es lo más grande que tenemos y solo se valora cuando notamos verdaderas posibilidades de perderla, regresando a la realidad con un jarro de agua fría. Desgraciadamente algunos nunca despiertan de ese sueño hasta que es demasiado tarde.

"No me habléis de amor,
de dinero o de poder,
mis ojos ven hoy la vida
como esa hermosa mujer
que te ofrece sus caricias
y te apuñala después.

Un amigo se debate
entre la vida y la muerte,
y me siento tan dolido,
tan torpe y desvalido
que, llorando como un niño
cuando nadie alcanza a verme,
mi conciencia se revela
y la sangre se me enciende.

Y quiero gritar... y no puedo,
no puedo darle mi fuerza
ni transmitirle mi aliento,
quisiera darle mi sangre,
transportarle a otro tiempo
en el que los dos junto al mar
nos contábamos los sueños.

Sé que estamos de paso,
que esta vida se acaba,
más no tengo consuelo
porque mi amigo se apaga."

La otra cara de la vida.